En los últimos dias he estado revisando el documental Colombia Vive, realizado por la
Revista Semana y el
canal Caracol.
En particular, inicie ese trabajo luego de la resonante frase con la que se promovió. Memoria de un país sin memoria. Es claro que como objeto mediático, el documental es susceptible de ser analizado desde diferentes perspectivas. Espero que eso sea tema de futuros post. (Para comenzar la discusión, podríamos remitirnos al
post de Victor Solano al respecto).
Sin embargo, me interesa llamar la atención sobre la relación entre fuentes, derechos de autor y memoria visual.
Colombia Vive, fue armado con portadas de la Revista Semana (en donde puede leerse que efectivamente los archivos para la construcción de esa memoria son privados) y fragmentos del noticiero 24 horas (la verdadera voz que emerge no es tanto la de Julio Sanchéz Cristo sino la de Raúl Gutierrez). Pero algunas de las partes son colaboraciones de periodistas como Amparo Peláez y Hernando Gutiérrez entre otros.
En este punto, vale la pena revisar el texto de Diana Lombana (ver cita al final), en donde señala que la reconstrucción de la memoria audiovisual en nuestro país pasa por grandes dificultades, si bien ese acercamiento es hecho desde lo institucional y no desde una mirada sobre los archivos o colecciones personales.
La emergencia de los archivos personales ha empezado a evidenciarse en sitios como
youtube, en los que una gran cantidad de fragmentos sobre la producción audiovisual en televisión, no solo son subidos sino comentados y distribuidos via internet.
El hecho en particular tiene entonces que ver con un elemento que habla de la reflexión sobre la temporalidad debería atravesar el debate sobre la memoria visual y los derechos de autor. Por una parte, con la claridad expositiva con que la legislación señala los plazos de vencimiento de los derechos de propiedad sobre las obras. Por el otro, con la efemeridad que demostró tener la tecnología de registro en formato magnético.
Aunque hay que poner en entredicho la ansiedad de la conservación y considerar realmente que relación hay entre memoria visual y memoria vivída, lo cierto es que frente al registro en formatos magnéticos debe reconocerse el impacto que en su momento tuvo la producción apoyada en el formato de video. Esto incluye desde su lugar en el espacio privado de la familia, hasta la creación de vínculos políticos por via del uso que partidos políticos y organizaciones sociales hicieron del video.
Es aquí donde valdría la pena preguntar por el lugar de los derechos de autor en productos que no tienen asegurada su permanencia en el tiempo estipulado legalmente. Las posibilidades estan en la
devolución que los autores hagan de sus obras, aunque posiblemente muchos de ellos puedan asegurar su actualización.
Lombana, D.P. 2006. "El estado de las fuentes audiovisuales para el estudio de la historia de los telenoticieros en Colombia". En: Garcés, M.A. y Lombana D.P. (Eds.) 2006. "Pensar la comunicación. Reflexiones y avances en investigación". Medellín. Editorial Universidad de Medellín, pp. 435 - 448.